Ha concluido nuestro primer fin de semana de formación en Baños de Montemayor (Cáceres) y ya estoy deseando de embarcarme en la aventura, de que el avión aterrice en tierras costarriqueñas rumbo a Managua y sentir aquel clima tropical (creo que ya lo huelo desde aquí).
El encuentro ha sido muy positivo. He conocido a mis compañeros de viaje, con los que compartiré las penas y las glorias, y con los que tabajaré para traer un pedacito de la realidad nicaraguense y conseguir sensibilizar a jóvenes y mayores de la necesidad de actuar para cambiar el mundo.
A pesar de que la idea de grupo me da miedo, la veo cercana y casi se llega a palpar. Creo que conseguiremos nuestros objetivos y doy fe de que daremos todo y más para lograrlo.
Ha sido un fin de semana lleno de actividades (casi terapias), juegos y risas que han servido para interactuar más entre nosotros y creer en este proyecto. Gracias, también, al trabajo, sabiduría, imaginación y creatividad de Juan, Paco y Lali, quienes nos enseñarán el país y a sus cuidadanos.
Pero no quiero dar más detalles de lo que ahora siento porque aún tengo que digerir los hechos de estos días. Y es que, hay que seguir pensando y soñando por Nicaragua...
Porque "luchar por lo imposible consigue lo posible" (frase ésta muy repetida en estas jornadas), aquí muestro el vídeo que ha dado lugar a nuestro nombre de grupo. ¡¡Honk, honk!!